jueves, 6 de septiembre de 2007

Empanada, chicha y autoreconocimiento.


La identidad, o algo así como "lo nuestro" en Latinoamerica, mas que ser algo de lo cual podamos dar cuenta es justamente todo lo contrario, a saber, una constante paradoja llena de inconsistencias tanto históricas, culturales, sociales etc. Por ende la identidad latinoamericana es siempre un almanaque de múltiples "identidades", digo esto porque extrañamente lo que nos "une" es justamente este carácter fragmentario de nuestra cultura donde nuestro devenir se ve enfrentado a un vaivén histórico que lucha por seguir o a la modernización o a la tradición. El tema es bastante amplio y de hecho reducir nuestra identidad dirigida o a la modernización o a la tradición ya es una generalidad casi grotesca y mas aun una discusión pasada que hoy en día a tomado múltiples especificaciones, sin embargo creo que con esto seria un buen comienzo para entender el tema. Junto con esto justifico el "tema" por la inminentes fiestas "patrias", que es donde veremos (en unos días mas) tal problemática aquí expuesta. El hecho de que la "identidad" latinoamericana se encierre, se acorace (es decir que no sea permeable) en una tradición, es justamente una practica que evita la incorporación de culturas ajenas que mas que identificarnos nos dirijan a una identidad europea donde Europa ocupa el nombre de América para justificarse a sí misma. Dicha tradición se entiende como "bienes culturales" (tradición, costumbres, la "raza", lo relacionado con la tierra, la religión etc.) pero dicha dirección no nos lleva hacia un futuro sino mas bien hacia un pasado que es inmóvil (tradición=herencia) ya que los limites ya están escritos y designados (el sujeto es solo -receptor- de la herencia) y así los sujetos de esta herencia cultural aunque aceptan otros bienes culturales (por ejemplo la ciencia, tecnologías etc.)incorporan dichos bienes inmediatamente dentro de dicha herencia cultural. Decimos entonces que la historia de este sujeto esta fuera de la propia historia, ya que la historia significa intercambio cultural y progreso (hacia adelante) por definición y en este caso solo vemos estancamiento y repetición. Las ideologías que dictan esta cultura-estancada-ahistórica-opresiva-limitadora están dentro de que Arturo Roig (pensador latinoamericano) llamaría "ideologías americanistas". En dicha ideología americanista encontraríamos lo que conocemos como el bolivarismo, el latinoamericanismo y mas tarde el hispanoamericanismo que se extiende desde los albores del siglo XIX. sin duda ya no estamos en esta condición, a decir, el hispanoamericanismo cae por un panamericanismo (década de los 20) y aparece otro latinoamericanismo q cobra fuerza en los años 60, entonces la lucha ahora no es contra Europa sino contra el imperialismo norteamericano, pero esto lleva a una vuelta a una clase de hispanoamericanismo-bolivariano donde el apego a la tradición y a las costumbres es tan fuerte que incluso el pasado hispánico de los 30 se alimento del fascismo italiano. Esta búsqueda se entiende en la NECESIDAD de una identidad propia q noticiaría un autoreconocimiento para SUBSISTIR. Estas ideologías están fuera de la historia porque justamente no hay mas historia que la se impone como tradición, es un legado que deja al sujeto como mero receptor de dichos "bienes culturales" y donde el pasado se impone por medios de DOMINACIÓN. (---) Haciendo un salto pasamos a la actualidad y vemos que las ideologías pasan a ser por cambios estructurales. La historia ahora estaría en las instituciones y ya no en la tradición. La incorporación de nuevas tecnologías, los tratados de libre comercio etc, nos muestran que ya la política y la economía son parte de la historia nuestra. Donde "la clase media" es el plato de fondo de los poderes de dominación ya que la "clase media" niega sus extremos (el sujeto conservador tradicional (el huaso) y el sujeto liberal económico (el cuico empresario exitoso)). Podría tener un poco de los dos, pero en rigor los niega en su totalidad. Este espacio intermedio la "clase media" se ocupa para un discurso sobre la NACIÓN. Sin embargo el proponer discursos políticos que solo se centren en la "clase media" (que es la clase emprendedora, los que trabajan, los esforzador y bla bla bla) implica una fragmentación entre NACIÓN-elites, SOCIEDAD-medios y PUEBLO-lo popular. Hay que llegar al ACCESO (dice un poderoso) y este es sin duda la cultura masiva (clase media q consume a destajo) que se incorpora por el mercado basado en una modernización económica. Entonces (y dejando muchos vacíos por aclarar, pero comprendiendo la idea general) decimos: pasamos un 18 escuchando reggeton (acceso) y luego en la estación mapocho (cultura popular pero solo simbólica) en la fiesta huachaca venden sushi (mercado). Ponemos la bandera unos días (la nostalgia de la tradicion) y luego la sacamos para ser como el gringo que vimos en la revista del domingo (modernización económica).

1 comentario:

cobarde dijo...

Te encuentro toda la razón; de hecho podría decir con bastante honestidad que espero el 18 con el único pretexto de comer más que la chucha y tomar más chicha que la cresta pero, aún así, debo admitir que me gustaría comer más comida china o japonesa en ese día, más bien, todos los días, ya sea por esa fineza y textura de los platos orientales o el puro hecho de que matar a un weón (una animal) después de haberle sacado la chucha todos los días de su cautiverio, más el trabajar a la mala que tenemos los chilenos (con lo que implica el mandar a la chucha lavarse las manos pa cortar la carne y todo tipo de descuidos totalmente entendibles por la situación farandulera existente en la pequeña y mediana empresa) encuentro que no hay comparación; pero bueno, es sólo una opinión. A pesar de que cuando hay asaos choripanes la wea que sea soy uno de los que más come de esos que pregunta si alguien quiere más pa comerse la wea del otro culiao si es que no quiere, pero el tema es que ya el 18 se transformó en un puro pretexto (si es que no lo fue siempre). Pero tiene más cosas buenas que malas, hay que decirlo: una de ellas es que no se trabaja en esos días (puedo jurar: hay personas que esperan con ansias estos días, es más, hay gente que resusita en estos días). Lo otro bueno es que se puede pillar a una que otra maraca ebria por ahí.

Saludos, que estés bien Ulises. Nos veremos.