jueves, 22 de noviembre de 2007

Pro-díscolo

Vecino dígame usted:

Como es que lleva las chuchadas que hablo todos los días al levantarme en señal de gracia divina
en estas casas modelo Aldous Huxley

murallas de cristal hechas de ladrillo
en estas murallas que son como una mina bailando detrás de una tela blanca donde su silueta muestra sus pezones erectos.

La inexcusable aspiración de escuchar: algún comentario, alguna confesión, algún chisme sobredimensionado, algún mal tiro expuesto, escuchar la televisión lejana y al mismo tiempo su repetición mas cercana en mi pieza y saber que programa es el matinal de Chile, alguna historia fantástica, el sonido de los platos, escuchar una pelea y sus portazos, los portazos…,

escuchar algo otro que le redireccione su fe, algo de lo mismo para saber que su fe no esta tan pasada de moda o por ultimo algún peo estruendoso a las 12:00 de la noche y las sabanas que se mueven con mas ganas que una vela en alta mar.

Quiero distinguirme en el espejo,
Pero sin verme,
Ver algo igual que yo mientras lo alcanzo a interpretar e interpretar e interpretar
y así luego soy, soy, soy

disimulos que se desligan de todo lo que quedo a medio construir,

Encuentros, frases de moderada reparación.

El buenos días
Compraventa de hipócritas
y las preguntas llenas de escabrosas deducciones
la cordialidad fundida en la mudez de sentido

Sin sanidad propondré una discusión
de la cual nadie habla
pero de la cual todos sospechan
en el ]asombro[ de lo mismo.

Me tapo los oídos y escucho mi voz resintonizada]

La locución de cualquier espionaje].